18 Sep Cinco clásicos que no debes perderte
“Cumbres Borrascosas" - Emily Bronte
Esta obra es una larga y extraordinaria descripción de los actos y problemas psicológicos de unos seres locos o perversos que arrastran una existencia mísera y maléfica. Con ellos, su autora nos ofrece una visión de estos personajes que actúan demoníacamente por aridez protestante que se diluye en todas y en cada una de sus páginas.
“Moby Dick” - Herman Melville
La irracional obsesión por la venganza de un hombre que quiere acabar con el que él considera su enemigo a toda costa.El capitán Ahab, apoyado sobre su pierna fabricada con una mandíbula de cachalote, empuja a su tripulación del Pequod al desastre en su obsesión por acabar con la ballena blanca, con Moby Dick; esa reencarnación del mal que mutiló su cuerpo y su alma para siempre. Una novela de aventuras imprescindible, un compendio sobre los balleneros y el mar y un clásico de la literatura universal de todos los tiempos.
“Grandes esperanzas" - Charles Dickens
Kent, Inglaterra, finales del siglo XIX. El huérfano Pip vive una existencia humilde con su hermana y su cuñado, a quien ayuda en su taller de herrería. Cuando la rica señorita Havisham requiere a Pip como acompañante de ella y de su bella hija, el joven se dará cuenta de las penurias de su clase social y deseará cada vez con más fuerza subir posiciones en el escalafón social. Pip recibirá entonces la visita de un abogado de Londres, quien le informará de que un benefactor anónimo le quiere convertir en un caballero. Sin embargo, Pip descubrirá que el valor de la amistad y de la moral no se puede comprar con dinero.
“Mujercitas” - Louisa May Alcott
“Mujercitas” narra la historia de las hermanas Meg, Jo, Beth y Amy, cuatro adolescentes que se preparan para celebrar la Navidad junto a su madre, Marmee, mientras enfrentan las dificultades económicas. Cada una de las hermanas, con personalidades y temperamentos diferentes, comienza un año decisivo que moldeará su desarrollo y su lugar en la sociedad. Mientras algunas buscan cumplir con las expectativas sociales, Jo, con su carácter independiente y rebelde, desafía estas normas.
Publicada en 1868 por Louisa May Alcott, la novela tuvo un éxito inmediato, lo que llevó a una secuela al año siguiente. En 1880, ambas partes se reunieron en un solo volumen tras varias revisiones. La traducción actual restablece el texto original, alejándolo del estereotipo de “novela para jovencitas” y devolviéndole su auténtico valor literario.
“El retrato de Dorian Gray” - Oscar Wilde
Wilde tenía la capacidad de meterse dentro del alma de las personas. Sus personajes, reales, animados o fantasmales, están cargados de “verdad”, de la esencia de lo que estamos formados cada uno de nosotros mismos. Leyendo sus historias, tenemos la oportunidad de conocemos un poquito más, de averiguar por qué somos como somos, por qué reaccionamos como lo hacemos. Leer a Wilde es aprender. Aprender a vivir, a través de los ojos de alguien que vivió con intensidad y que luchó toda su vida por encontrar el sentido final de todo. “Escribí cuando no conocía la vida. Ahora que entiendo su significado, ya no tengo que escribir. La vida no puede escribirse; sólo puede oioirse”, comentó en sus últimos tiempos. En 1891 escribe su única novela, El retrato de Dorian Gray, en dónde podemos encontrar la ironía, el ingenio, la elegancia y la estética que serán claves en el éxito de sus obras venideras. No existen libros morales o inmorales. Los libros están bien escritos o están mal escritos.Eso es todo.
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